South America
Los puntos focales: actores clave en la construcción de comunidades más conscientes de su entorno.
María Isabel, Geraldine y Johanna, en la foto portada, visitan los barrios caracterizados en el municipio costero de Manaure en La Guajira colombiana, para emprender una nueva jornada de capacitación y sensibilización casa a casa. En su momento, cada una decidió salir de Venezuela en búsqueda de mejores oportunidades para sus vidas.
Ellas junto a otro grupo de personas en condiciones similares, conforman el equipo de puntos focales de salud e información, distribuidos en los municipios de Riohacha, Dibulla y Manaure como parte del componente social del proyecto que busca reducir brechas en salud de refugiados y migrantes venezolanos con enfoque en comunidades multiétnicas de acogida.
La tarea inició desde el pasado mes de marzo, cuando Malteser International Americas en asociación con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y con el respaldo financiero de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de EE.UU, extendieron la invitación para que miembros de la propia comunidad hicieran parte de este proceso y, cumplieran un rol participativo y dinámico como multiplicadores de buenas prácticas de higiene.
Para la escogencia del grupo de 30 personas como puntos focales de salud e información, se plantearon criterios básicos como un liderazgo socialmente reconocido, el interés manifiesto por trabajar en asuntos comunitarios y habilidades comunicativas.
El equipo quedó conformado de la siguiente manera:
Capacitados para ser Parte de la Solución
MI Americas brinda las herramientas técnicas y de logística para que los participantes desde sus experiencias aporten al reconocimiento detallado de las particularidades del territorio, para así poder adaptar la capacidad de respuesta humanitaria y contribuir a reducir los riesgos que afectan la salud de la población.
Para lograr ese objetivo, los puntos focales de salud e información fueron capacitados en temas que abarcan la prevención del COVID -19, enfermedades tropicales y transmitidas por vectores, violencia basada en género y promoción a la afiliación al sistema general de seguridad social en salud. Hasta el mes de junio, se han capacitado y sensibilizado alrededor de 4.240 personas en los tres municipios donde se desarrolla el proyecto.
Durante el proceso se ha identificado la disposición del equipo al aprendizaje como posibilidad de acceder a nuevos conocimientos, aplicando en las comunidades la dinámica de transmitir, enseñar y reproducir saberes que aportan a la toma de conciencia.
Arístides Ortiz, referente de puntos focales, Malteser International Américas.
Aportando a Esta Bonita Causa
Yenny es migrante venezolana y auxiliar de enfermería, llegó a Colombia en 2017.Cruzó la frontera colombo-venezolana por medio de trochas, durante todo el trayecto no se despegó de sus 2 hijos, mientras que su esposo vigilaba los pocos enseres que pudieron traer. Desde que salió de Venezuela, no ha vuelto a ver a sus padres ni a sus hermanos, solo lo hace a través de video llamadas por el WhatsApp.
“Soy enfermera titulada en mi país con experiencia desde el 2009, en Colombia no puedo ejercer mi profesión porque no tengo los recursos para apostillar mi título en Venezuela. Cuando me otorguen el permiso que cobija a los venezolanos en el Estatuto Temporal, quiero estudiar auxiliar de enfermería para obtener el título, porque el conocimiento lo tengo”. Yenny D´amelio Buriola, punto focal en Manaure.
Ella cuenta su experiencia en su participación como punto focal de salud e información:
Con Corazón Humanitario
Deisy migró de Venezuela en 2015 junto a sus tres hijos, llegó a Dibulla con un par de maletas cargadas de miedos y expectativas, es considerada como la primera venezolana en llegar a ese municipio. Deisy se enteró de la convocatoria de puntos focales a través de una amiga y decidió postularse a este proceso de selección en el que participaron varios líderes comunitarios.
“Las capacitaciones que nos han dado, me ayudaron a entender muchas cosas, entre esas a tomar medidas de prevención del Covid-19, anteriormente yo era escéptica del tema. Ahora soy una defensora que debemos cambiar los hábitos de higiene en nuestras casas”. Deisy Perozo Calderón, punto focal en Dibulla.
Ella cuenta su experiencia como punto focal de salud e información en este municipio de unas 170.000 hectáreas, en donde confluyen parques nacionales, resguardos indígenas y en los últimos años potencial turístico de La Guajira y receptor de población migrante en condición irregular que no tiene acceso a los servicios de salud de Colombia.
Nacido Para Servir
Adán llegó a Colombia en 2019 después de haber tomado la decisión de salir de Venezuela y enfrentar nuevos retos en su vida. En su país, realizaba trabajo comunitario apoyando especialmente a población indígena wayuu que requería alguna atención médica, institucional o trámites generales. A sus 29 años, ha tomado las riendas de su casa proveyendo de lo que pueda necesitar su familia, especialmente su mamá.
“Me siento muy orgulloso de poder aportar a mis hermanos venezolanos y colombianos retornados, parte del conocimiento adquirido en las capacitaciones recibidas. Visitar casa a casa me da la posibilidad de contribuir para que más familias de muy bajos recursos tomen conciencia que debemos auto cuidarnos”. Adán Antonio García Morillo, punto focal en Riohacha.
Construyendo a Líderes con Visión de Cambio
El trabajo con los 30 puntos focales de salud e información ha sido satisfactorio, reconociendo en ellos la importancia del rol que desempeñan dentro del proyecto y su visible presencia en el espacio comunitario, para ello se han diseñado espacios de capacitación y retroalimentación, abordando experiencias vividas, casos exitosos y apoyo en la comprensión de los fenómenos socio-ambientales que afectan sus entornos. Resultado de este esfuerzo es el papel que están asumiendo los puntos focales de salud e información como actores clave que aportan en la construcción de nuevas oportunidades para sus comunidades sin importar la nacionalidad, etnia, credo o religión.
Contexto
La crisis migratoria desde Venezuela es el éxodo más grande que se ha registrado en el hemisferio occidental en las últimas décadas, algunos gobiernos de la región han hecho esfuerzos para garantizar el cuidado y bienestar humano en estos tiempos de gran complejidad ocasionados por la pandemia COVID-19, sin embargo, siguen existiendo poblaciones vulnerables con poco o ningún acceso a los servicios de salud.
En el caso de Colombia, en poco tiempo se convirtió en uno de los países con mayor recepción, el cual ha tenido que replantear su capacidad de acogida para los migrantes admitidos como tales y los que se encuentran en condición de “irregularidad”. El Gobierno colombiano ha decidido tomar distintas medidas para contrarrestar la crisis, siendo la salud uno de los sectores priorizados.
Según el Departamento Nacional de Planeación, solo el 3 % de la población migrante del total estimado para 2019 se encontraba asegurada en salud, cifra que no ha tenido variaciones en lo que va del 2021. En territorios de acogida como La Guajira, el papel del Estado en materia de atención en salud a migrantes no ha mitigado el impacto y la sobrecarga al sistema.
Dando respuesta humanitaria en el territorio Malteser International Americas junto a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y con el respaldo financiero de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de EEUU, vienen trabajando para que la población migrante, refugiados y colombianos retornados que viven en sectores vulnerables en Riohacha, Dibulla y Manaure tengan acceso y disponibilidad a los servicios de salud y atención psicológica de una manera integral.