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17 febrero 2021

Bogotá, Colombia – El llamado obedece a la magnitud y complejidad del éxodo y a la fuerte necesidad de apoyo que requieren los cerca de un millón de migrantes irregulares en Colombia. Se estima que en este país viven más del 37% de los 4,6 millones de personas que se marcharon de Venezuela huyendo de la grave crisis ecocómica y social.

El gobierno de Colombia ha asumido una postura política y humanitaria sin precedentes, anunciando la creación de un Estatuto de Protección Temporal para los venezolanos, que tendrá una validez de diez años. Luego podrán solicitar una visa de residentes si desean seguir viviendo en el país.  Esto finalmente permitirá a las personas que estaban marginadas, poder trabajar legalmente y acceder a los servicios de salud y educación, los pilares básicos de los derechos humanos.

El Papa Francisco ha expresado que la respuesta de la humanidad a la migración debe basarse en acoger, proteger, promover e integrar, para construir mejores sociedades y fomentar el desarrollo humano de todas las personas. El paso que ha dado Colombia nos encamina hacia estos valores pero requiere de una gran inversión que permitirá resolver las brechas actuales en los servicios y su efectiva implemetación [1].

Se espera que la comunidad internacional tome medidas rápidas incluyendo la financiación del 2021 Refugiados y Plan de Respuestas Migrantes (RMRP 2021), que cobija a refugiados y migrantes de Venezuela en Colombia.  Esta crisis que ha marcado a toda la región sigue siendo una de las ciris que a nivel mundial menos se financia [2].

Las alianzas y la cooperación internacional serán fundamentales para fortalecer las instituciones en Colombia a fin de expandir de manera efectiva los servicios y las protecciones sociales necesarias para los migrantes y refugiados. Sin este apoyo, Colombia corre el riesgo de comprometer sus escasos recursos, que ya dejan muchas comunidades sin sus necesidades básicas satisfechas.

Trabajando como organización humanitaria en el Magdalena y La Guajira, se ha visto cómo la pandemia COVID-19 ha tenido consecuencias directas y secundarias perjudicales en la vida de los refugiados y los migrantes en sus comunidades de acogida. Muchas familias son actualmente incapaces de cubrir sus necesidades básicas y de acceder a servicios vitales [3].

Las medidas para contener el virus han llevado a la pérdida de ingresos y empleo, sobre todo en el sector informal, lo que ha puesto en riesgo la nutrición y la seguridad alimentaria. Los servicios de salud se han vuelto más difíciles de acceder y menos disponibles. El sistema nacional de salud ha sufrido pérdidas económicas y una reducción de personal.

Las deficiencias en la atención que surgieron en el año 2020 continúan en 2021  y la mortalidad materna e infantil muestran una clara tendencia creciente, al igual que los trastornos de salud mental.

Colombia necesita apoyo para resolver estas alarmantes deficiencias en servicios sociales, mientras que a la vez implementa un proceso administrativo sin precedentes para regularizar a la población migrante.

Invertir en comunidades y en la paz

Creemos que esta decisión sienta las bases para la construcción de soluciones a largo plazo que van más allá de responder a las necesidades humanitarias a corto plazo y nos acerca a la integración y  articulación de desarrollo de los refugiados, los migrantes, así como los colombianos.

Nuestra experiencia en el Magdalena y La Guajira con migrantes y refugiados en comunidades de acogida multiétnicas rurales y periurbanas nos ha enseñado la importancia de incorporar programas de desarrollo rural en estas regiones fronterizas de bajos recursos. Una respuesta humanitaria eficaz debe considerar las necesidades urgentes de las poblaciones marginadas que han dado la bienvenida a los recién llegados y han visto su población fuertemente aumentar en los últimos cinco años.

Mientras Colombia emprende este gran proyecto de integración, creemos que las soluciones a largo plazo considerarán inversiones en cohesión social y el fortalecimiento del frágil proceso de paz. Esto requerirá compromiso y apoyo internacional, así como acciones integrales a nivel comunitario para migrantes, refugiados y sus comunidades de acogida.  Todas las acciones emprendidas deberían ser desde los territorios para garantizar que se alcance a los verdaderamente necesitados, de lo contrario corremos el riesgo de fracasar en todas las políticas que se diseñen o establezcan.


Contacto:

Julian de Mayo

Julian.demayo@malteser-international.org

+1 (718) 666-8397

Sobre Malteser International Americas

MI Americas es una filial de Malteser International, la organización de ayuda oficial de la Orden de Malta, una orden religiosa laica de 900 años, dedicada a la misión de ayudar a los más necesitados, independientemente de religión, etnia, o política. Somos guiados por la creencia que cada persona tiene el derecho a vivir una vida sana y digna. Con más de 126 proyectos anuales en 31 países, nuestros programas llegan a millones de personas en todo el mundo.


Referencias:

[1] Papa Francisco, “Pope’s message for 2019 World Day of Migrants and Refugees: Full text,” Vatican News, 17 Mayo, 2019. https://www.vaticannews.va/en/pope/news/2019-05/pope-francis-message-world-day-migrants-refugees-full-text.html

[2] Dany Bahar y Meagan Dooley, “Venezuela refugee crisis to become the largest and most underfunded in modern history,” Brookings Institute, 9 Diciembre, 2019. https://www.brookings.edu/blog/up-front/2019/12/09/venezuela-refugee-crisis-to-become-the-largest-and-most-underfunded-in-modern-history/

[3] GIFMM Colombia: Evaluación Conjunta de Necesidades ante COVID-19, Diciembre 2020, https://r4v.info/es/documents/details/84221

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